"EL MALTRATO NO TIENE QUE SER SIEMPRE EL GOLPE O LA INJURIA, SINO TAMBIÉN LA VIGILANCIA Y EL HOSTIGAMIENTO".
Estas son palabras que Soledad Murillo, Secretaria General de Políticas de Igualdad en funciones, expresó esta misma mañana en la inauguración de un curso para abogados sobre la violencia de género. Y estoy totalmente de acuerdo con ella, porque muchas mujeres creen que sufren malos tratos a raiz del primer insulto o el primer golpe, pero, en realidad, han estado siendo víctimas de la violencia de género desde mucho tiempo antes.
"No te pongas eso", "¿A dónde has ido?", "¿Con quién has estado?" o "¡Llegas diez minutos tarde!" son algunas de las muestras de la obsesión que poseen algunos hombres y que padecen sus parejas. Todo comienza así y termina en una discusión con un "no vales para nada" y una bofetada que se convierte en moratón a la mañana siguiente.
Por ello, me gustaría que aquella mujer que se sienta identificada con lo que he dicho se para a pensar durante unos minutos si esto es sano y normal. ¿No crees que limita totalmente tu libertad?, ¿su tremenda desconfianza no te produce el temor constante de que cualquier cosa que hagas o digas le parecerá mal?, ¿Le tienes miedo?. Si estás sufriendo todo esto PIDE AYUDA, sé que parece muy fácil decirlo desde fuera y que resulta imposible de solucionar desde dentro, pero debes saber que hay miles de mujeres en tu misma situación y otras tanta que lo han superado ya, porque otra manera de vivir es posible...